Manejo de Chinches en cultivos de Maíz y Soja

 

Manejo de Chinches en cultivos de Maíz y Soja.

El complejo de Chinches en nuestra región viene aumentando su presencia en las ultimas TRES campañas agrícolas.

Para el caso del cultivo de  SOJA, la encontramos desde las etapas iniciales como pre-siembra, hasta finalizar el ciclo. 

 

Por otra parte, los cultivos como TRIGO, MAIZ y VERDEOS, de los cuales no eran una plaga importante, tambien encontramos presencia creciente de algunas de estas especies y sus daños, con muy poca información técnica respecto a umbrales de daño, técnicas y productos para el control etc.

 

El siguiente articulo escritos por los colegas López, R.; Abello, A.; Carpane, P., del departamento de desarrollo de Monsanto, intenta refrescar algunos conceptos básicos sobre el Manejo de estas especies en SOJA y MAIZ.

 

 

Autores: López, R.; Abello, A.; Carpane, P.

Desarrollo
 

 Las chinches que atacan al cultivo de maíz pertenecen al género Dichelops, comúnmente conocida como "chinche de los cuernos". El período de mayor susceptibilidad del maíz a este insecto es durante los primeros estadios vegetativos, entre emergencia (VE) y tres-cuatro hojas expandidas (V3-V4).

 Las chinches que afectan anualmente el rendimiento del cultivo de soja, son la "chinche verde" (Nezara viridula) y la "chinche de la alfalfa" (Piezodorus guildiniii). el "alquiche chico" (Edessa meditabunda), y la "chinche de los cuernitos" (Dichelops furcatus) son menos abundantes (Gamundi y Sosa, 2008).

 La importancia de este grupo de insectos plagas en el cultivo de soja se debe a que se alimentan principalmente de vainas en desarrollo causando un daño directo e irreversible sobre las semillas.

 

Daño ocasionado por la Chinche de los cuernos (Dichelops furcatus) en MAIZ:


 Al alimentarse, las chinches insertan sus estiletes bucales en las hojas pequeñas y aun envainadas del maíz inyectando, junto con la saliva, toxinas y enzimas que producen la necrosis de los tejidos adyacentes.

 Las plántulas presentan síntomas muy característicos como crecimiento anormal de las hojas y perforaciones simétricas con bordes amarillentos (diferentes a los causados por insectos masticadores causando reducción del stand o perjudicando el vigor (Bianco, 1997).

 También pueden aparecer macollos que afectan el posterior desarrollo del tallo principal (Aragón, 2002).

 La manifestación de estos síntomas se hace evidente hacia V6, momento en el cual la chinche ya no se alimenta de la planta.

 El daño de chinches puede ser clasificado según su severidad en una escala de 3 grados (Fig 1):

  . Plantas sanas: Plantas normales sin síntomas visibles de daño.

  . Daño tipo 1 (leve): El daño involucra una o más hojas, incluyendo perforaciones o deformaciones en las láminas de las hojas desplegadas.

  . Daño tipo 2 (severo): el daño involucra a la planta completa, comprometiendo su posibilidad para desarrollarse. Esto incluye disminución marcada del crecimiento, presencia de hojas secas o enruladas en el extremo que obstaculizan la normal emergencia del resto, muerte del ápice, aparición de macollos ó muerte de la plántula.

 

Figura 1: Daño de la chinche Dichelops furcatus en maíz. Tipo 1 (izquierda) y tipo 2 (derecha)

 

 En regiones templadas, el adulto pasa el invierno en diapausa en el rastrojo de soja y malezas presentes en el lote. Cuando la temperatura aumenta, reactiva su metabolismo alimentándose del maíz en implantación.

 En zonas subtropicales y tropicales, no presentan diapausa. En Paraguay, el cultivo de soja es desecado y cosechado anticipadamente para permitir la siembra del maíz safriña. Por esta razón el adulto permanece en el lote y la población activa a la que es expuesta el maíz es superior que en zonas templadas, siendo mayor la probabilidad de daños.


Identificación:
 

  La chinche de los cuernos pertenece al género Dichelops, distinguiéndose dos especies de importancia debido a los daños que causan en maíz: Dichelops furcatus y D. melacanthus

 Si bien ambas son similares en aspecto general, pueden ser diferenciadas fácilmente (Figura 2).

D. furcatus mide alrededor de 10 mm de longitud y en el extremo delantero de la cabeza presenta una bifurcación profunda (furcada). El adulto presenta las extensiones laterales del pronoto en forma de espinas del mismo color que la parte posterior. Es más frecuente en zonas templadas.

D. melacanthus es más pequeña (7 mm) y presenta el extremo de las espinas más oscuras que resto. Es común en zonas tropicales y subtropicales.

 Ambas especies presentan la zona ventral de coloración verde y causan un daño similar en estados tempranos del cultivo de maíz.

 

Figura 2: Especies de chinche de los cuernos. Dichelops furcatus a la izquierda y D. melacanthus a la derecha. Dichelops pasa por cinco estadios ninfales antes de llegar a adulto, y se pueden desarrollar hasta dos generaciones al año.

 

Monitoreo y umbrales de acción para la aplicación de insecticidas:

 
 El monitoreo de esta especie es más difícil que el de otras chinches como Nezara, Piezodorus, etc. Esta dificultad radica en que es escurridiza y suele buscar refugio debajo del rastrojo. Es por esto que, aún en casos de revisiones exhaustivas, se detecta menos de la mitad de los individuos presentes (Iannone, 2011).

 La evaluación debe realizarse durante los primeros 10-15 días del cultivo.

 En lotes donde no se realizan labores convencionales, se recomienda revisar la broza antes de la siembra y/ó emergencia, dado que suelen protegerse debajo de la misma.

 Durante la implantación también se las puede encontrar en el cogollo o entre el suelo y la base de las plántulas.

 El monitoreo no debe realizarse durante las primeras horas de la mañana, debido a que las chinches tienden a protegerse del rocío y las bajas temperaturas.

 Una situación similar se produce con alta radiación solar, haciendo difícil su observación.

 Esto debe tenerse en cuenta ante una aplicación ya que la eficiencia del control químico dependerá del nivel de exposición de la plaga.

  En nuestro país no hay un umbral de acción determinado para maíz en implantación.

  Investigaciones llevadas a cabo en Brasil (Chocorosqui, 2001; Bianco, 2005) señalan la necesidad del control en los estados iniciales del maíz cuando se supera el nivel de 1 a 2 individuos/m2.

 

Recomendación de manejo
 

 En la actualidad una práctica con buenos resultados es la aplicación de insecticidas sistémicos en la semilla (neonicotinoides).

  Sin embargo, cuando las poblaciones de chinche son muy elevadas, se encontrarán daños de magnitudes variables. Esto es debido al modo de acción de los insecticidas curasemillas. Una vez que la semilla de maíz germina, las raíces seminales absorben el insecticida y lo traslocan a la parte aérea.

 Al alimentarse de la planta la chinche ingiere el insecticida y una vez que alcanza la dosis letal, muere. Al mismo tiempo que ingiere el insecticida, la chinche inyecta la toxina, por lo que grandes poblaciones de plaga producirán daños importantes a pesar que el insecticida las controle. Por lo tanto es necesario bajar la densidad inicial de chinches mediante la aplicación de insecticidas específicos.

  La combinación de ambas prácticas (insecticida curasemilla + insecticida en pre o postemergencia del cultivo) es la medida más eficaz para disminuir el daño de este insecto.

 Al presente, no existe ningún insecticida registrado en forma específica para el control de chinche de los cuernos en maíz, sin embargo es común que se realicen aplicaciones con insecticidas registrados para control de chinches en soja.

 La mezcla de insecticidas con herbicidas durante el período de barbecho puede ser considerada una alternativa de control, pero debido a que la plaga está protegida por el rastrojo y presenta cierta tolerancia a los insecticidas, estos controles pueden resultar poco eficientes.

 Para el control de Dichelops debe tenerse en cuenta la mayor tolerancia de esta especie a insecticidas. Es por esto que, con los insecticidas comúnmente usados, la dosis de control para la chinche de los cuernos debería ser un 30 a 50 % mayor que la necesaria para el control de chinche verde (Nezara).

 Debido a que Dichelops se refugia debajo de la broza debe prestarse especial atención a la calidad de aplicación para llegar con las gotas debajo y entre los restos vegetales que ofrecen refugio a esta especie. Deben utilizarse pastillas cono hueco para generar gotas chicas y aceite o adyuvantes específicos para disminuir la evaporación y asegurar la llegada al blanco.

 Adicionalmente, puede lograrse mayor eficiencia de control si las chinches están expuestas al momento de la aplicación evitando horas con temperaturas extremas, como se mencionó anteriormente. Las pulverizaciones deben ser iniciadas en preemergencia o en los primeros días post-emergencia de las plantas para evitar daños.

Medidas de control tardías si bien eliminan a los insectos, lo hacen posterior al ataque del cultivo.

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Daño ocasionado por la Chinches en SOJA:


 Las chinches son insectos con hábito alimentario picador-suctor produciendo daños que se traducen generalmente en pérdidas de rendimiento por disminución del número de granos o del peso de los mismos.

 Adicionalmente, estos daños inciden afectando distintos parámetros de calidad de semilla (Bimboni, 1978), o un efecto fisiológico negativo conocido como "retención foliar", lo cual dificulta la maduración y por ende la cosecha de soja (Vicenti y Jiménez, 1977).

 En el cultivo de soja las chinches succionan los granos en formación e introducen toxinas y patógenos por medio de un sistema bucal chupador. Sus picaduras impiden el desarrollo de granos chicos y provocan deformaciones en los medianos.

 En Argentina, mediante ensayos en jaulas a campo se determinó el daño provocado por cuatro especies de hemípteros, P. guildiniii, N. viridula, D. furcatus y E. meditabunda, verificándose un daño diferencial de 1,5, 2,2 y 3,3 veces mayor de la primera especie en relación a las otras tres, respectivamente (Vicenti y Jiménez, 1977). Por lo antes expuesto D. furcatus seria una de las especies menos dañinas para el cultivo de soja en comparación al resto de las chinches que forman el complejo.


. Nezara viridula: comúnmente llamada "Chinche verde". Es una especie polifitófaga que pasa el invierno en estado adulto refugiada en la corteza de los arboles u otros lugares de abrigo. En primavera salen de sus refugios y desovan sobre los vegetales en grupos de 55 a 105 huevos en varias hileras y una sola capa, luego de 5 a 6 días nacen las ninfas que se alimentan de restos del huevo y tienen hábitos gregarios. Pasan por 5 estadios ninfales antes del estado adulto, el cual dura aproximadamente 1 mes. Puede desarrollar de 3 a 4 generaciones al año (Figura 3).

Figura 3. Ninfa y Adulto de Nezara viridula: Chinche verde".

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Piezodorus guildiniii: comúnmente conocida como la "Chinche de la alfalfa". Esta plaga transcurre el invierno como adulto cobijado del frio en refugios naturales hasta llegar la primavera donde se dirige a los cultivos. Desova en las vainas del cultivo de soja en grupos de 24 a 30 huevos dispuestos es 2 hileras. Tras un periodo de incubación de 7 días eclosionan las ninfas que pasan por 5 estadios hasta llegar a adulto.

En el norte argentino se dan 5 generaciones en el año (Vincini y Alvarez Castillo, 2002) (Figura 4)

 Figura 4. Ninfa y Adulto de Piezodorus guildiniii: "Chinche de la alfalfa".

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Edessa meditabunda: es conocida como "alquiche chico", se la encuentra especialmente sobre plantas hortícolas, pero si bien suele estar presente en quintas y huertas por lo general aparece en poca cantidad, no alcanzando a constituir un problema importante, salvo excepcionalmente. También es común encontrarla en cultivos de soja, pero siempre en bajas densidades.

 El alquiche chico adulto tiene el área dorsal de color verde oscuro, con la membrana del ala delantera de color castaño. Los huevos de forma esférica, color verde claro son colocados en dos filas paralelas, con 12 a 14 huevos por postura. Las ninfas presentan color amarillento y el dorso aplanado. El desarrollo ninfal dura entre 48 y 73 días, lo cual depende de las condiciones ambientales.

 En lo concerniente a los adultos, la longevidad varía notoriamente de acuerdo a la generación que se considere, pues la que se desarrolla o las que se desarrollan durante la temporada primavero-estival tienen vida relativamente corta, ya que los machos mueren después de los acoplamientos y las hembras una vez finalizadas las posturas.

 En cambio, los adultos de la última generación viven parte del otoño, todo el invierno y un período prolongado de la primavera pues recién en esta última estación del año abandonan su diapausa sexual y comienzan a copular tras lo cual y a veces con diferencias en tiempo muy marcadas entre los diferentes individuos, van desapareciendo. Esta especie transcurre toda la temporada fría en estado adulto refugiada bajo corteza desprendida de árboles y arbustos, entre pasto seco, hojarasca u otros residuos vegetales, debajo de maderas, tejas o chapas de techos, etc. (Rizzo, 1972) (Figura 5).

 

Figura 5. Ninfa y Adulto de Edessa meditabunda: "Alquiche chico".

 


Estrategias de manejo del complejo de chinches

 Existe una marcada diferencia en la capacidad de producir daño entre chinche verde (Nezara viridula), la chinche de la alfalfa (Piezodorus guildiniii) (las dos principales especies de hemípteros fitófagos de la soja), y la chinche de los cuernos (Dichelops furcatus) (de presencia dominante en la región pampeana en los últimos años).

 La chinche de la alfalfa produce el doble de daño por individuo que la chinche verde y al menos 8 veces más respecto de la chinche de los cuernos.

 El conocimiento acerca de qué especie está presente o predomina en los lotes resulta obviamente muy importante ya que no solamente el potencial daño puede ser diferente sino que también los picos poblacionales de las diferentes especies de chinches suelen aparecer en distintos momentos.

 En soja de primera existe amplia predominancia de chinche de los cuernos, y en algunos casos chinche verde o alquiche chico, según condiciones climáticas previamente imperantes (por ejemplo, esta última especie presenta mayor desarrollo poblacional en condiciones de sequía).

 Sin embargo, hacia fin de la campaña es común que se invierta la relación llegando a dominar al final del período reproductivo en soja de segunda la chinche de la alfalfa y en otros casos la verde.

 También, el impacto en la producción por el ataque de chinches es diferente según los distintos estados reproductivos de la soja. El mayor impacto de chinches se da con ataques durante el estadio de formación de vainas (R3 y R4).

 En estos estados reproductivos de la soja el efecto de las punciones de chinches producen rápidamente un retorcimiento de las vainas en forma espiralada, las cuales inmediatamente se secan y caen, perdiéndose la producción de vainas enteras.

 En cambio, los daños en la etapa de formación de granos (R5), son potencialmente menores que en R3/R4. Es decir, que el ataque en R5 puede producir desde vainas parcialmente vanas o vacías hasta granos chuzos, o bien sólo con depresiones, dependiendo del menor o mayor desarrollo del grano al momento de producirse los daños (Bimboni, 1977).

 Los muy distintos impactos de la chinche según momento de ocurrencia de los ataques dentro de un amplio rango fenológico del cultivo (desde R3 hasta fin de R5), sugieren la obvia necesidad de ajustar la toma de decisiones en la táctica de manejo de acuerdo a estas particularidades (Tabla 1).

 

Tabla 1. Umbrales de daño económico para chinches en soja, actualizado por Iannone 2003.

Existen varios insecticidas registrados en forma específica para el control de chinches en soja, siendo los más utilizados las mezclas de neonicotinoides y piretroides.


Bibliografía
Chocorosqui, V.R. Bioecologia de Dichelops (Diceraeus) melacanthus (Dallas, 1851) (Heteroptera: Pentatomidae), danos e controle em soja, milho e trigo no norte do Paraná. 2001. 160f. Tese (Doutorado em Ciências Biológicas) – Universidade Federal do Paraná, Curitiba, PR

Bianco, R. Manejo de pragas do milho em plantio direto. In: Instituto Biológico de São Paulo. (Org.), 2005, Campinas, SP. Encontro de fitossanidade de grãos. Campinas: Emopi, 2005. p.8-17.

Gamundi, J.C. & M. A., Sosa. 2008. Caracterización de daños de chinches en soja y criterios para la toma de decisiones de manejo. En: E.V. Trompar & J.D. Edelstein (eds.) Chinches fitófagas en soja. Revisión y avances en el estudio de su ecología y manejo, Ediciones INTA, Manfredi, Cap.9, pp 129 – 148

Rizzo, H. 1972. Insectos y otros animales enemigos de la soja Glicine max (L) Merill en la Argentina. Fitotecnia Latinoamericana 8: 44-49.

Vicentini R. & H. A. Jiménez. 1977. El vaneo de los frutos en soja. En: V Reunión Técnica Nacional de Soja. Miramar. Tomo I: 71-89.

Vincini, A.M. & H.A., Alvarez Castillo. 2002. Plagas de los cultivos de girasol, maíz y soja. pp: 309-351. En Bases para el manejo del maíz, el girasol y la soja. F.H. Andrae & V.O. Sadras (eds.). EEA INTA Balcarce – Fac. de Ciencias Agrarias UNMP. Editorial Médica Panamericana S.A., 443 p.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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